Lo primero que podía ver era su inconfundible sonrisa , le hallaba en momentos de silencio, contemplando la felicidad que él desprendía
por cada paso que daba.
Tal vez sean muchos los días en los que sentía añoranza por
volver a los instantes de entonces, pero también existían otros tantos en los que una fuerza fraternal invadía cada una de sus oquedades, mostrándo la esencia pura de su vida: un enorme exprimidor capaz de sacar todo su jugo.
Normalmente, es muy dificil decir tanto en tan poco espacio, ésto solo está al alcance de muy poc@s, y tu Silvia estas entre ell@s... besotes :-)
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