Las despedidas pueden durar horas, segundos, minutos o eternidades, pero ésta en concreto no quería hallarse entre los que recurren a las lágrimas, o al tan verbalizado: "volveré", sin olvidar la incoherente evitación: "será mejor no decir "adios", porque puede ser que no sea este el momento y tú no te mueras".
El conductor del auto detenido hablaba entrecortado, nervioso mientras los curiosos transeúntes hacían círculo alrededor.
Admiró los cansados ojos de Russ, seguidamente se tumbó en el frió asfalto con su boca frente a su hocico. Le arrulló con esa canción rozando su corto, radiante y duro pelaje.
Abrazado a Russ comprendió que después de todo nunca caminarían solos.
El perro es el mas fiel y mejór amigo del hombre.... pero al revés ésto mismo es ya muy discutible... besos Silvia, muy emotivo :-)
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