domingo, 24 de noviembre de 2013

Piolin en el río


Samuel caminaba de la mano de su abuelo una mañana estival.

Los paseos se convertían en interesantes aventuras cuando el nieto escuchaba las fantásticas historias que su abuelo le narraba al llegar a la desembocadura del río.

Abuelo y nieto bajaban por un caminito de tierra hacia uno de los tantos embarcaderos frecuentados por jóvenes con piraguas, parejas recostadas, charangas, estudiantes debatiendo sobre posibles mañanas, mujeres divorciadas, casadas, irritadas, viudas contemplativas, ancianos con bastón o caña de pescar en este caso.

Una vez que encontraban su embarcadero, Samuel ayudaba al abuelo con los aparejos, siendo ya un experto en el tema de la pesca, hacía pasar el hilo tirante por dentro de cada una de las anillas, continuaba deslizando el hilo por el interior del plomo, girando nuevamente el carrete para evitar que el hilo se enredase, finalizado este paso el abuelo se encargaba del resto de preparativos antes de lanzar la caña.

Aquel día, después de centrar toda su atención en los procesos previos a la pesca y al placer del abuelo durante la misma, Samuel observó un amarillo pájaro de peluche refugiado en una cabaña hecha de palos de madera.

- ¡Abuelo, abuelo ...!- le gritó entusiasmado por el descubrimiento tirándole del brazo.
- ¿Qué es lo que ocurre Samuel?- le preguntó al tiempo que su mirada seguía enclavada en el agua.
- ¡Es un piolín!- Exclamó.

El abuelo le miró sonriendo.

- Esta bien, te propongo una cosa ...
- Dime abuelo ... - le miró un instante volviendo a desplazar la mirada de deseo hacia el muñeco.
- Recogemos los aparejos, después hacemos una carrera hacia el árbol del muñeco y quien llegue primero se lo queda.
-¡Vale!.

Samuel se apresuró en la recogida, quería ser el primero en cazar el peluche.

- La carrera empieza ....- el abuelo contemplaba con gracia la inquietud e impaciencia del nieto.
- ¡Ya! - exclamó Samuel.

Sin esperar la aprobación del abuelo, hecho a correr como un trueno, alocado se resbaló antes de llegar al árbol, no obstante se levantó tan pronto que no sintió el escozor del raspón en su rodilla hasta pararse frente a la cabaña de palos.

Samuel estuvo a punto de apresar al muñeco cuando una decrépita mujer con turbante y labios coloreados de color grana se movía entre los arbustos cercanos. El niño la observó detenidamente, llevaba un cartel con letras a penas ilegibles que colocó junto a Piolín, seguidamente lo arropó con un paño azulado. Le balanceó sobre sus brazos como sí de un recién nacido se tratará, intentaba apaciguar el mudo llanto del exilio. La consternación de  la mujer que mecía a Piolin se apoderó de los ojos del niño.

Samuel rebuscó afanosamente en sus bolsillos la bolsa de golosinas que el abuelo le compraba en uno de los kioskos de la Ribera.

-        -   Espero que le sirva … - La indicó al tiempo que la lanzaba un caramelo de fresa en forma de chupete.

El abuelo encontró al nieto esperándole en uno de los bancos del paseo.

-          -¿Piolin? – Le preguntó extrañado.
-           - En el río …

La extrañeza del abuelo desapareció cuando se fijó en la herida que Samuel se hizo en la rodilla, inmediatamente se sentó a su lado, “No pasa nada, tú eres un valiente Samuel” le repitió dándole dos palmaditas en la espalda.

Samuel y su abuelo no volvieron a hablar del peluche.

Cuando llegaron a casa la abuela les tenía preparado cangrejos con la salsa especial en la que Samuel untaba todo el pan hasta quedar completamente limpio el plato.


La abuela se aproximó al abuelo acariciándole la mano.

-       - ¿ Qué tal fue la pesca? .

-        -  Bien hasta que Samuel hecho a correr hacía el peluche del río, se debió de caer y hacer mucho daño, había perdido ese brillo de entusiasmo en los ojos ,el pobre se asustó y me esperó en un banco.

La abuela le lanzó una mirada cándida, en realidad ella sabía de Piolín en el río,  ya que minutos antes Samuel la había contado todo. Sin explicarle el encuentro de su nieto con la mujer le susurró:

 " La mirada de un niño suele captar cosas que la mayoría de los adultos se esfuerzan en ocultar".




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sábado, 16 de noviembre de 2013

Ecuaciones sin resolver

Cuatro amigos charlaban sobre las relaciones de pareja, el enamoramiento, la pasión, los celos, la fidelidad, la culpa, el desamor, la rutina, la ruptura ... Así se fueron adentrando en un territorio donde cada protagonista de su propia historia personal recordaba, hablaba o evitaba hablar de las experiencias pasadas.

Se inició un debate sobre si la pasión se perdía en seis meses para dejar paso a "otras cosas", cosas que quizás eran inevitables en el transcurso de la convivencia con otra persona, e indispensables para la aceptación de un respeto mutuo en una convivencia con más altibajos que momentos de excitación y veneración por la misma. 

Ninguno de los cuatro amigos se habían formado en terapia de pareja, ni poseían conocimientos psicológicos que analizaran sobre la discrepancia que mantenían dos de los miembros del grupo. 

"La pasión no ha de morir a los seis meses, bajo mi punto de vista es la base y sustento que alimentará a las dos partes implicadas para seguir creciendo en todos los ámbitos de su persona"- reflexioné.

Uno de los integrantes del grupo permaneció callado, atento, pensativo en la discusión de los dos amigos. 

- ¿Qué es lo que piensas?- le pregunté.
- Es un sabio, mientras nosotros discutíamos el pensaba- se adelanto el amigo que en desacuerdo con mis pensamientos, tenía curiosidad por la respuesta del pensador.
- Veréis... yo entiendo las relaciones como una ecuación.

En ese momento uno de los amigos se acercó a la mesa con su cerveza.

- ¿De qué hablabais?- nos preguntó.

"De ecuaciones, ecuaciones sin resolver" pensé.





viernes, 8 de noviembre de 2013

Un poderoso vínculo

Shaira  se sentó frente al mar , sus piernas cansadas reposaban  en la orilla , sus ojos brillantes observaron  los últimos rayos de sol ocultarse tras el horizonte mientras  un nítido recuerdo se instaló en su mente :

 Había cumplido doce años cuando sintió que su vida cambiaría por completo , tan solo era una niña cuando tuvo que dejar de serlo. Hasta aquel día había sido feliz , inquieta , risueña , alegre , afortunada por tener una familia a quien cuidar . No obstante, sus emociones mas intensas solo se hacían visibles  junto a  Kendi , su única confidente y  la mayor de los seis hijos de los NDOUMBE .

 Kendi y Shaira apenas se llevaban unas horas de diferencia , tal vez por el hecho de ser gemelas , nada hacían sin la otra . Afanosas se desvivían ayudando a criar a sus hermanos Demba , Iba , Modou y el recién llegado Kimya.
Aquella tarde Shaira decidió volver temprano de la escuela para atender a Kimya y seguir enseñando  a Kendi en sus inicios a la lectura . A pesar de que Kendi no pudiese asistir junto con su hermana a clases , Shaira continuamente insistía en detallarla todo lo que hacían para que ella también pudiese ser una mujer inteligente, aunque su familia no aceptase este último adjetivo como  un derecho  , sino mas bien como una pesada carga y privilegio que ellos no comprendían.

 “ Una verdadera mujer NDOUMBE deberá atender a las necesidades de su familia y no perder el tiempo yendo a la escuela “ solía recriminar su padre duramente  a  Shaira, mientras repasaba mentalmente las formas verbales o la veía venir radiante por el estrecho camino de limo.   

 En su viaje de regreso pensó  nuevamente en Kendi , la tenía que contar que había aprendido a dividir y ya escribía con soltura , además  sus compañeros la cantaron el cumpleaños feliz  , decoraron la pizarra  dibujando con tizas de colores su nombre, trazando caras sonrientes por todas partes  , sin duda, era un día oportuno para no dejar escapar ese enorme jubilo que la envolvía. 

Shaira alzó la vista cuando escucho los apresurados pasos de su hermana.

Kendi corría desconsolada , algo malo parecía haber ocurrido. Cuando al fin su hermana se abalanzó sobre sus brazos , supo que la felicidad es fugaz .  Fuertemente unidas se aferraron a la esperanza de no tener que decirse “adiós”.

 Su padre y varios hombres de la aldea se lanzaron sobre ellas , intentaban arrancar la unión de dos hermanas que se amaban por encima de cualquier cosa , aquel hermoso vínculo que nació entre Shaira y Kendi era enorme , se necesitaban mutuamente , vivir no tenía sentido si se la llevaban .

Sus manos se soltaron , los fuertes brazos de un hombre cogieron veloces a Shaira , las lagrimas desdibujaron la figura  de su hermana cada vez mas distante . Ni sus gritos , ni sus voces ,  ni sus piernas , ni sus manos que enérgicas se agitaban sobre el viento  , detuvieron la terrible decisión de una familia que vendió a su hija para poder sobrevivir.



sábado, 2 de noviembre de 2013

Una breve reflexión



Cierto día por la mañana Allen sospecho haber visto una sombra entre las ruinas , su visión aún borrosa le hizo imposible distinguir de quien se trataba .

Muchos de sus hombres dormían cuando Allen empuño la ametralladora M240  , alerta  , casi sin pestañear, decidió adentrarse entre los edificios , Sam y Erick le cubrían .

 La desconfianza se hacia visible en sus rostros pálidos , a ella se sumaba el terror de sufrir una nueva emboscada , en sus cabezas temían la figura reciente de la muerte que sorteaban cada día.

La guerra más cruel , devastadora e inútil les ahondaba  el interior en desesperanza .  Presos  del pánico volvieron a ver la silueta correteando sobre los edificios  derruidos , sin duda , alguien les estaba observando . Sam aguardaba en una de las esquinas a las ordenes de Allen, que había escuchado claramente pasos cercanos , las gotas de sudor resbalaban por su frente , una voz en su interior le empujaba a abrir fuego , sin embargo Erick se adelantó.

 Los disparos resonaron en todo el área haciendo que en las improvisadas trincheras aguardasen sobresaltados asomando sus armas. 

Erick miró desencajado a  Sam desde el saliente donde debía haber esperado sus señales.
 A escasos metros de ambos yacía la figura de un niño indefenso , tal vez asustado , sus ojos abiertos parpadeaban . Allen se apresuró hacía el cuerpo que aún agonizaba , se rasgó con los dientes un buen trozo del pantalón e intentó hacerle un torniquete , los espasmos veloces recorrían el cuerpo del niño que balbuceaba un nombre indescifrable . 

Las manos de Allen acogieron las suyas junto al pecho , su mirada compasiva les observaba , poco después sus ojos se tornaron hacia un punto lejano donde aspiró su última bocanada de aire .

Actualmente, miles de personas mueren a causa de la guerra, de los actos violentos y de la más cruel indiferencia hacia estos. ¿Es el miedo la máquina más destructiva por la que el ser humano puede violar los derechos humanos y no solamente humanos? Será que aquella frase de Jimmi Hendrix es tan cierta como lo era entonces :

 " Cuando el poder del amor supere al amor por el poder el mundo conocerá la paz".