Se
durmió soñando que él también podía volar desplegando sus alas al amanecer.
El
enérgico graznido de las gaviotas que planeaban los cielos alejándose de la
costa, le despertó de su quimérica visión en la que estaba sumido
profundamente. Gabriel entreabrió sus
ojos a la claridad del día, aún creía ser un ave cuando su madre le gritó
enloquecidamente que trepase a lo alto de una de las palmeras.
Gabriel,
acostumbrado a ascender cocoteros, lo
escaló ágilmente. Al llegar a la copa vislumbró lo que los pájaros le
advirtieron en sueños. Una enorme masa de agua se aproximaba hacia él.
El
26 de diciembre de 2004 un terremoto submarino con epicentro en la costa oeste
de Sumatra origino una seria de tsunamis que devastaron e inundaron las
comunidades costeras del sur y sureste asiático, afectando a gran parte de
Indonesia, Malasia, Sri Lanka, India y Tailandia.
El
número de víctimas estimadas por las Naciones Unidas asciende a 229.866 ,
incluyendo 186.983 muertos y 42.883 personas desaparecidas.
Desgarrador,básicamente desgarrador, sobre todo por tratarse de hechos reales, y al ser así, el impacto siempre es mas fuerte. Corto pero muy bueno Silvia, un besazo *_<
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