domingo, 19 de enero de 2014

A Juan Gelman y la eterna poesía


Si tiene que latir un corazón eternamente que lo haga en la poesía,
en la siempre esperanza del poeta hacia la vida.





El juego en que andamos.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.


Juan Gelman.

Saber.

El poema nada en un viento y brilla.
No sabe quien es hasta
que lo arrastran aquí, donde
seguramente morirá
a la intemperie de las bestias.
Me gustaría entender a las bestias
para entender mi bestia. La
 realidad hace gemir con jadeos de animal.
¿Qué gracia fue ganada en su respiración?
Ninguna que no fuera perdida.
Abajo de lo suave crepita la sospecha.
En estas manos.


Juan Gelman.

La secreta dulzura del dolor...

la secreta dulzura del dolor
es transparencia

sale de la furiosa resignación del sueño
suena en la boca del perdido

en su origen

en su  rumor de existencia que
le clava la cabeza al gran espanto
al doble andar,al doble hilo, 

a la no verdad del estar como no estar
el vuelo torpe que los cría
lo que rompe la luz, memoria.

confusa por sus números,
pecho que dura como huella,
la nada que te ama.


Juan Gelman.


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