Shaira se sentó
frente al mar , sus piernas cansadas reposaban
en la orilla , sus ojos brillantes observaron los últimos rayos de sol ocultarse tras el
horizonte mientras un nítido recuerdo se
instaló en su mente :
Había cumplido doce
años cuando sintió que su vida cambiaría por completo , tan solo era una niña
cuando tuvo que dejar de serlo. Hasta aquel día había sido feliz , inquieta ,
risueña , alegre , afortunada por tener una familia a quien cuidar . No
obstante, sus emociones mas intensas solo se hacían visibles junto a Kendi , su única confidente y la mayor de los seis hijos de los NDOUMBE .
Kendi y Shaira apenas se llevaban unas horas de diferencia , tal vez por el
hecho de ser gemelas , nada hacían sin la otra . Afanosas se desvivían ayudando
a criar a sus hermanos Demba , Iba , Modou y el recién llegado Kimya.
Aquella tarde Shaira decidió volver temprano de la escuela
para atender a Kimya y seguir enseñando
a Kendi en sus inicios a la lectura . A pesar de que Kendi no pudiese
asistir junto con su hermana a clases , Shaira continuamente insistía en detallarla
todo lo que hacían para que ella también pudiese ser una mujer inteligente, aunque su familia no aceptase este último
adjetivo como un derecho , sino mas bien como una pesada carga y
privilegio que ellos no comprendían.
“ Una verdadera mujer NDOUMBE deberá atender a las necesidades de su familia y
no perder el tiempo yendo a la escuela “ solía recriminar su padre duramente a Shaira, mientras repasaba mentalmente las
formas verbales o la veía venir radiante por el estrecho camino de limo.
En su viaje de
regreso pensó nuevamente en Kendi , la
tenía que contar que había aprendido a dividir y ya escribía con soltura ,
además sus compañeros la cantaron el
cumpleaños feliz , decoraron la
pizarra dibujando con tizas de colores
su nombre, trazando caras sonrientes
por todas partes , sin duda, era un día
oportuno para no dejar escapar ese enorme jubilo que la envolvía.
Shaira alzó la vista cuando escucho los apresurados pasos de su hermana.
Kendi corría desconsolada , algo malo parecía
haber ocurrido. Cuando al fin su hermana se abalanzó sobre sus
brazos , supo que la felicidad es fugaz .
Fuertemente unidas se aferraron a la esperanza de no tener que decirse “adiós”.
Su padre y varios hombres
de la aldea se lanzaron sobre ellas , intentaban arrancar la unión de dos
hermanas que se amaban por encima de cualquier cosa , aquel hermoso vínculo que
nació entre Shaira y Kendi era enorme , se necesitaban mutuamente , vivir no
tenía sentido si se la llevaban .
cuando no haya distinciones de raza credo y falsa religion,entonces se podria empezar a hablar de igualdad
ResponderEliminaruhmm me suena a una famosa canción de Queen
ResponderEliminaren mi vida he oido a esos Queen
ResponderEliminarHasta que el mundo no sea mundo, con DIGNIDAD, no conseguiremos erradicar estas desigualdades sociales, una aberracion humana. Muy bueno Silvia...brillante...BESAZO *_<
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