sábado, 16 de noviembre de 2013

Ecuaciones sin resolver

Cuatro amigos charlaban sobre las relaciones de pareja, el enamoramiento, la pasión, los celos, la fidelidad, la culpa, el desamor, la rutina, la ruptura ... Así se fueron adentrando en un territorio donde cada protagonista de su propia historia personal recordaba, hablaba o evitaba hablar de las experiencias pasadas.

Se inició un debate sobre si la pasión se perdía en seis meses para dejar paso a "otras cosas", cosas que quizás eran inevitables en el transcurso de la convivencia con otra persona, e indispensables para la aceptación de un respeto mutuo en una convivencia con más altibajos que momentos de excitación y veneración por la misma. 

Ninguno de los cuatro amigos se habían formado en terapia de pareja, ni poseían conocimientos psicológicos que analizaran sobre la discrepancia que mantenían dos de los miembros del grupo. 

"La pasión no ha de morir a los seis meses, bajo mi punto de vista es la base y sustento que alimentará a las dos partes implicadas para seguir creciendo en todos los ámbitos de su persona"- reflexioné.

Uno de los integrantes del grupo permaneció callado, atento, pensativo en la discusión de los dos amigos. 

- ¿Qué es lo que piensas?- le pregunté.
- Es un sabio, mientras nosotros discutíamos el pensaba- se adelanto el amigo que en desacuerdo con mis pensamientos, tenía curiosidad por la respuesta del pensador.
- Veréis... yo entiendo las relaciones como una ecuación.

En ese momento uno de los amigos se acercó a la mesa con su cerveza.

- ¿De qué hablabais?- nos preguntó.

"De ecuaciones, ecuaciones sin resolver" pensé.





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