sábado, 10 de mayo de 2014

Sorpresa Nocturna


La mujer que iba en el coche a mi lado vestía un precioso conjunto de lencería blanca que hacía resaltar su tez morena.

Nuestros cuerpos se retozaban cuando una luz se proyectó en la ventanilla delantera.

-       - ¡Abran el coche por favor!- exigió una voz desgarrada.

-       - Debe de ser un loco… no abras  … no abras … -  me repetía nerviosa entre susurros.

La acaricié e inmediatamente bajé la ventanilla.
Respiré aliviado cuando reconocí el rostro del joven policía  que sostenía la linterna.

-       - ¡Es Marcos mi viejo amigo de la facultad!.- La informé entusiasmado.
      
      Ella me miró desencajada  pronunciando aquella temida frase.

-       
      -Es mi marido.




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