Los bellos colores de Akira se proyectaban en el acuario.
Dylan estaba preparado para iniciar el espectáculo, tan sólo
tenía que esperar a que su aleta dorsal reapareciera nuevamente en la superficie,
sin embargo un manto de sangre entintó el agua oscureciendola por completo.
El público contuvo la respiración, una de las entrenadoras
que aún permanecía en el agua comenzó a mover agitada los brazos . Dylan se
zambulló intentando socorrer a su compañera, pronto percibió una corriente
rápida que le succionó haciéndole girar hasta llegar al fondo.
Dylan sabía que había
quedado atrapado en el movimiento que Akira había trazado, por lo que supuso
que probablemente moriría por agotamiento inminente debido a la falta de aire
en sus pulmones. El agua parecía aclararse, el rojo manto se disipaba haciendo
que Dylan contemplara estupefacto como Akira avanzaba hacía él.
La descomunal belleza de aquella criatura le sobrecogió, sus
ojos le miraban reflectando en los suyos un sentimiento de honda tristeza al
que nunca antes presto atención, pero que siempre había acompañado a esa orca a la que privaron de libertad. Entendió entonces que si
tenía o no que morir en ese momento, la debía tanto amor, comprensión y admiración
que lucharía mil vidas porque aquella historia no se repitiera.
Profundo...que profundo el relato, y hasta donde están dipuestos lo animales a llegar por salvar una via para ella importante....precioso Silvia *_<
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